El pasado domingo pude realizar el primer paseo con mi hija después de mes y medio confinados en casa. Fue una salida corta, con responsabilidad, y dispuestos a disfrutar de ese momento de aire libre.
En mi lista de deseos utópicos de año nuevo estaba la ambición de poder completar la escucha de varias playlist, y aprovechar el regalo de esos fantásticos auriculares Bluetooth de regalo Navidad, no pensaba que en cuatro meses hubiera sido cumplido; y mucho menos estar saturado de ruidos domésticos como siempre ha sido para mi el centrifugado de la lavadora, ahora complementado de electrodomésticos como aspiradoras, batidoras… la escucha involuntaria de conversaciones ajenas en todos los tonos, además de mi vecino del piso de abajo con unos gustos musicales que merecen ser revisados, así como su sensibilidad auditiva por el volumen al que pone la música; y la envidia venía del piso de arriba, con una barra de sonido o una TV con todos sus extras, cuyos graves hacían temblar las lámparas con todas las temporadas Juego de Tronos
.
Estábamos dispuestos a salir a disfrutar con nuestros oídos, del silencio de la naturaleza.
Nos propusimos un reto, distinguir sonidos ambientales y cotidianos que antes pasaban inadvertidos e incluso nos resultaban molestos; pues bien, sabíamos los dos que los primeros sonidos a reconocer serían relacionados con la naturaleza, el aire acariciando las hojas de los árboles, el cantar de algún pájaro y pisar la hierba de los jardines, por cierto muy crecida.
Había más! nuestras pisadas en la acera se mezclaban con el rodar de patines, patinetes, bicis y algún cataplom, pues tantas semanas de inactividad provocan pequeños accidentes de falta de equilibrio; balones y pelotas botando, conversaciones y llamadas a papá o mamá amortiguadas por las mascarillas.
Eran tantos los sonidos que echábamos de menos, que incluso la ausencia de tráfico de coches nos sorprendió con un pequeño susto, un todo terreno de protección civil rugió detrás nuestro, ¿eso no te lo espabas, eh? me dijo mi hija, pues no, nada relacionado con contaminación ambiental estaba en la lista; y los aplaudimos, como hemos hecho cada día a las 20:00, por la gran labor que han hecho cuidando de nosotros (y no por el humo de su tubo de escape).
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