LA BARRERA DE LAS MASCARILLAS

Seguro que en más de una ocasión te ha ocurrido, no escuchas del todo bien lo que te están diciento o tu interlocutor no te entiende por culpa de la mascarilla. No solo ocurre con quien padece algún tipo de pérdida auditiva, aunque en su caso se agudiza todavía más el problema. Se crea la barrera de las mascarillas.

¿Cuál es el efecto barrera de las mascarillas?

La primera barrera de las mascarillas es que no vemos los labios de la otra persona. Todos acompañamos el sonido que escuchamos con el movimiento de los labios, pero la razón psicológica es de mucho peso. La mascarilla produce un enorme efecto barrera entre las personas que están manteniendo una conversación.

Algunos sonidos de consonantes se disipan en la mascarilla antes de llegar a tu oido, ocurre parecido con personas que padecen hipoacusia leve. El efecto psicológico también tiene un papel importante, centramos tanto la atención en que por culpa de la mascarilla no vamos a escuchar todos los detalles, que realmente acaba sucediendo.

Trucos para que la mascarilla no sea una barrera

Todas estas estrategias se pueden aplicar cuando hablamos con personas con hipoacusia o que no tienen ningún trastorno auditivo, recuerda que la mascarilla ha hecho aumentar la inseguridad y aislamiento de personas con pérdida auditiva

1. Pronuncia bien todas las consonantes como cuando hablamos con una persona mayor. Tendemos a pronunciar más alto y más claro. Las mascarillas quirúrgicas producen menos efecto barrera que el resto.
2. Existen muchas técnicas para sacar el máximo partido a nuestra capacidad vocal, se trata de hablar alto y claro, como nos enseñaban en el colegio de pequeños. Fíjate en los buenos conferenciantes. Tienen la virtud de modular la entonación y el volumen para que el discurso sea bien entendido y llegue a toda la audiencia. Recuerda que no se trata de gritar.
3. Utiliza frases claras y breves. Algo que te suena seguro: utiliza «palabras clave», se trata de enfatizar algunos términos, las palabras más importantes, nombres propios o cifras. Puedes hacerlo separando estas palabras importantes del resto que las rodea, así tendrán más protagonismo.
4. El lenguaje corporal también es muy importante. Cuando estás hablando en grupo, con tus amigos por ejemplo, gírate hacia la persona con la que hablas para que centre la atención en ti o hazle un gesto con la mano.
5. Cuando respirar se hace complicado al llevar varias horas la mascarilla. (ÇTodavía no está comprobado que su uso afecte a la respiración, aunque se están haciendo estudios sobre ello). Lo cierto es que cuando llevamos la mascarilla varias horas puestas el alivio que sentimos al quitarla es enorme, la sensación que tenemos es de que respiramos mucho mejor. Lo primero que hacemos es respirar hondo. Para aliviar esta sensación intenta retirar la mascarilla, siempre que no haya nadie cerca y respira unos segundos hondo y con tranquilidad.
6. El entorno en el que mantenemos la conversación también es importante. Cuanto menos ruido haya al rededor mucho mejor. Cuantos menos sonidos interfieran en la conversación, escucharemos mucho mejor. Si hay un rido inevitable, como las campanas de una iglesia, no grites, espera a que cesen.
7. Si la persona que tienes en frente te hace un gesto al oido de que no te entiende, ten paciencia y sé empático, algunas veces a ti te pasa lo mismo ¿verdad?
8. Un truco clave para saber si la persona con la que hablas te ha entendido es realizarle alguna pregunta al final como…¿Qué opinas? ¿Te ha quedado claro el sitio dónde tienes que ir?…..

SEMANA INTERNACIONAL DE LAS PERSONAS SORDAS

Estos días se celebra la Semana Internacional de las Personas Sordas.

El colectivo de Personas Sordas es muy diverso. En esta variedad influyen factores relacionados tanto con el tipo de sordera (momento de aparición, lugar de la lesión, grado pérdida auditiva), con las formas de comunicación utilizadas, con diversas características individuales (edades, etc.) como con el contexto familiar, educativo y social.

En España, las personas sordas se comunican de diferentes formas. Para algunas la lengua de signos española o la catalana es su primera lengua mientras que para otras lo es la lengua oral.

Las hay que dominan ambas lenguas (signadas y orales) y se sienten igualmente cómodas con las dos según en qué contextos y situaciones. Para otras, una de ellas es la que predomina o la única que utiliza. Entre las personas sordas usuarias de la lengua de signos, algunas aprendieron a signar en su infancia y otras siendo ya adultas.

Hay quienes son usuarias de audífonos o implantes cocleares y entre ellas, hay quienes usan la lengua de signos y quienes no; además, dentro de ese grupo, encontraremos personas que consideran que las ayudas técnicas a la audición son suficientes para participar en el mundo que les rodea mientras que para otras, aun siendo necesarias, son insuficientes. También encontraremos personas sordas que, a causa de un sistema educativo no inclusivo, tienen problemas de expresión y comprensión de textos escritos.

Al igual que en el resto de la población, entre las personas sordas encontraremos niñas y niños, jóvenes, mayores, personas sordas con otra(s) discapacidad(es), Lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB), inmigrantes, etc. Todas y cada una de ellas con sus necesidades y demandas concretas.

El coronavirus no ha hecho más que poner más obstáculos de los que ya se encuentran las personas con sordera en su día a día, sobre todo la dificultad para acceder a la información en televisión y radio.

Marcos Lechet, sordo desde los cinco años, ha sido el encargado de trasladar más de 80.000 firmas al Ministerio de Sanidad para pedir la homologación de las mascarillas transparentes. Mascarillas no solo útiles para la comunidad sorda, tambien para personas mayores o que tengan una hipoacusia leve, grave o moderada. En definitiva, para todo aquel que quiera usarla porque se siente más seguro.

Aunque la homologación no solucionaría el problema de la interacción, sí les daría un respiro a las personas sordas en su entorno más cercano.

Tenemos que ser más inclusivos, pacientes y empáticos, no sabemos si quién está en frente tiene dificultades para entendernos o escucharnos. Intentemos minimizar la barrera de las mascarillas.